Desde que tengo memoria (o más bien, desde que he prestado atención a estos sucesos), he conocido chicas que se quejaban de su marinovio. En ello no hay mayor sorpresa. Muchas veces, una palabra de más o una llamada de menos podrían significar algún tipo de descortesía para las chicas y para cualquier persona en general (seamos sinceros muchachos). Sin embargo, había una queja común en la gran mayoría: los detalles.
Cada vez que mencionaban este tema, los ojos se les ponían llorosos (de allí se deben haber inspirado para lograr el rostro del gato con botas de Shrek), hacían un puchero de nostalgia y se abrazaban entre ellas. Los detalles, o más bien la falta de ellos, hacían tanto daño en ellas que cualquiera se intrigaba. Incluso alguna de ellas llegó a amagar un par de lágrimas (lo cual demostraba su innegable capacidad para el teatro, o su incapacidad para sostener una conversación inteligente).
Yo, que por aquel entonces trataba (ilusamente) de entenderlas, no perdía ni un detalle de su apocalíptico discurso. Y ahora que no trato de entenderlas pero que sigo siendo un iluso, puedo notar algunas características en común:
1. Siempre empezaban con la frase: “Cuando recién salíamos (…)”.
2. No importaba si la chica organiza charlas para Manuela Ramos o Flora Tristán, si es una poeta vanguardista ultrafeminista, o si su sueño es ser una hacendosa ama de casa, todas creen en la importancia de los detalles.
3. Cuando uno pregunta ¿qué detalles por ejemplo? Recitan todos los estereotipos que años de feminismo han atacado por retrógradas y cavernícolas: abrirles la puerta, pagarles la cena, etc, etc.
4. Todo tiempo pasado siempre fue mejor.
Claro está, si hacía notar alguno de estos elementos a alguna de mis amigas la respuesta clásica era: “es que tú eres hombre y no entiendes” (¿no les encanta lo desprejuiciadas que son las chicas de estas épocas?).
Eso sí, si preguntaba si ellas hacían detalles a sus marinovios pareciera que les había hablado en sánscrito antiguo o que les había gritado unos insultos que ruborizarían hasta al propio Calígula (lo cual guarda relación con el pago de ciertos servicios por parte de las marinovias).
Allí fue que concluí que el peor enemigo para la igualdad de las mujeres, son las propias mujeres.
31 jul. 2006
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12 comentarios:
Es cierto, y cuando las tratamos con "igualdad", se quejan... plop!
Aunque a veces existen ciertas y buenas excepciones...
pues claro, sorprendentemente son en su mayoría las madres las que inculcan el machismo en sus hijos, y despues cargamos con la culpa, no hay derecho!
Excelente post.
Así como "el hombre es lobo del hombre", la mujer es la loba de la mujer!
Las peores enemigas que tenemos las mujeres somos las mismas mujeres.
Si se dan un saltito por mi blog y leen el de "entre chicas" verán a lo que me refiero!
creo q todo esto esta en proceso de cambio, sin duda aun hay vaaaaaaaarios casos de mujeres asi... y lo peor q los inculcan a sus hijos e hijas o en sus relaciones de pareja estan como rigidamente obligadas a seguir con la tradicion. creo q se da como un feminismo algo comodon!!(xq alguna ya se dieron cta d q pueden ir d igual a igual y no lo practican aun...) y si cuesta trabajo!! yo misma me incluyo ya q la 1º vez q pague ya sea mi entrada al cine teatro o cena me tuve q calar no solo el horror del chico d turno sino q yo too tuve un ligero sentimiento de culpa mezclado con una toque de rabia jaja
creo too se podria llegar a q las mujeres hagan la cazeria.. es decir en plan d ligue y ellos sean la presa... jaja claro q el estilo de la mujer es totalemente diferente, es mas estrategico aunque veces nos voltean la torta cuando caemos en nuestros patrones de ser la q se pone dificil jaja
bye y esperemos nomas el cambio.. hacia esencias!! y no hacer diferencias entre varones y mujeres...
bye
Sí, muchas mujeres dicen que su marinovio no le da detalles, y no se fijan que ellas mismas tampoco los dan (las conchudas). Pero también hay las que sí hacen gestos y que también los reciben, pero ven más el objeto que el gesto mismo y por eso siempre se quejan (las inconformes). Y están también las que con toda razón se quejan de sus marinovios porque éstos se muestran cariñosos, atentos, caballero, etc, sólo cuando están en plan de ligue, pero una vez que tienen a la marinovia "se dejan estar y las dan por sentado" (las estúpidas).
Las parejas son de a dos lamentablemente, y eso lo tienen que saber tanto hombres como mujeres, quienes deben de darse a su pareja por el simple hecho de amar. Uno debe de dar gestos no porque quiera estar con alguien para algún fin en particular, sino porque siente satisfacción verdadera cuando la ves sonreir y estar contenta como consecuencia de su accionar. Y ojo, eso no es un cuento de hadas, pasa.
Bueno el post, muchas mujeres son así de ingratas y no merecen estar al lado de seres tan sublimes y maravillosos como lo somos nosotros los marinovios :-P.
tienes toda la razon
cague de blog
buenas,
bueno tu blog!
le adicioné al mío
abbraceins,
Pues bueno, yo si soy de abrir las puertas del taxi y ayudar a bajar e incluso llegar con un chocolate de visita pero ... una vez me tildaron de machista por que en época entre quincenas le pedi que compartieramos el valor del Kentucky. Osea, ella ganaba mas que yo. Yo jamas le dije que hacer en nada pero, el día que le dije que había que mojarse con la cuenta, terminé convertido en machista.
Y, desde mi perspectiva, machista es aquel que no deja que una mujer pueda pagar por que eso implicaría que "ella no esta en capacidad de hacerlo". Al contrario, me considero feminista por que veo que no existe ningún elemento objetivo por el cual ella no pueda hacerse cargo de todo, incluso compartir los gastos del KFC.
Vaya esta mi catarsis que hace meses tenía esto atrangantado, ¡¡Jesús!!.
Claaaaro...pero cuando TU (o sea yo: entiéndase, mujer), los invitas la primera vez, o las primeras veces, a salir te miran como un poco rara y encima si les dices "yo te invito" responden inmediatamente: "Nooooooo, de ninguna manera, YO te invito"...claro, no son todos, pero muchos sí lo hacen...la idea es compartir...o sea: yo pago las entradas y tú pagas la canchita...manyas?
Jaaa, bastante razón tengo cuando digo que aquellas chapaditas a la antigua que se creen minusválidas para que las ayuden a bajar de un auto (o sea agg) son las que chapan más rápido a un marinovio, jajaja y eso es porque a los hombres en el fondo le gustan las mujeres algo "indefensas"
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