30 nov. 2005

Me Revienta Que Me Llames Tanto


18, 23, 31... no tengo idea de cuántas veces al día me llama mi marinovia. Prefiero ni sacar la cuenta. Podremos hablar tres minutos o tres horas, pero sieeeeempre tiene algo más por qué llamarme. Que me cuente sus cosas me parece excelente, pero que me llame a contarme cada vez que se le cae un papel al piso tampoco es saludable.
Le he dicho que eso me molesta en todos los tonos, de todas las maneras posibles y en todas las situaciones imaginables: En una discusión, mientras comemos tranquilos, mientras estamos tomando un trago, mientras salimos a fumar un cigarrillo... Sólo me falta pedirle que no me llame tanto mientras estamos en la cama. Ya se imaginarán las discusiones que se arman.

Lo más divertido de todo es que ella tiene la concha de decirme:

"Tú nunca me llamas."

Luego, obviamente, rompe en llanto. En ese momento, como ya fue tratado en el post "Si Ellas Lloran, Es Nuestra Culpa", pierdo de manera automática, y nunca se resuelve el problema. Qué huevada. Si ella llama no sólo por ella y por mí, sino también por el equivalente diario de veinte personas más,

¿qué carajo espera?


Imagen obtenida de BuriedNextToYou. Licencia Creative Commons.

29 nov. 2005

Lo Dicho Y Lo Cierto II



No sé por qué a las mujeres les encanta exponerse a que nosotros les digamos una pachotada, es decir, lo que realmente pensamos. Sí, leyeron bien. Lo que nosotros realmente pensamos y decimos sin filtrarlo antes, en el 99% de los casos, es una pachotada para las mujeres. En realidad se trata de puuuuura sinceridad, pero la verdad a veces duele.

Como se dice coloquialmente, las mujeres soliiiiiiitas se ponen para la foto.

Ellas suelen hacernos algunas preguntas incómodas, pero también nos hacen preguntas estúpidas. El problema alcanza su máxima expresión cuando las preguntas estúpidas son también incómodas. No haremos la subclasificación, la dejaremos a la consideración individual de nuestros lectores:

¿Soy mejor en la cama que tu ex?
Lo Dicho: ¡Eres lo máximo, mi amor!
Lo Cierto: Antes eras mejor, ahora tiro mejor con ella.

¿Cuántos hijos quieres que tengamos? (a los dos meses de empezar a salir)
Lo Dicho: Todos los que Dios nos dé, mi vida.
Lo Cierto: Si supieras que ya tengo un par...

¿En unos años vamos a casarnos, no?
Lo Dicho: Por supuesto.
Lo Cierto: Ni cagando.

¿Estoy gorda?
Lo Dicho: No, mi amor.
Lo Cierto: Si sólo te podemos abrazar entre dos, ¿¿cómo carajo crees que estás??

¿Te gusto?
Lo Dicho: Claro que sí, mi amor.
Lo Cierto: Me gustas cuando callas porque estás como ausente*... y en realidad me gustas más cuando estás ausente porque no me jodes.

¿Te gusta la chica de ese aviso?
Lo Dicho: No es mi tipo, mi amor.
Lo Cierto: Ya le ofreciste una botella de pisco a tu amigo, ese que tiene un amigo que tiene un amigo que tiene un amigo que la conoce para que POR FAVOR, POR FAVOR, POR FAVOR te la presente.

¿Alguna vez has visto una porno?
Lo Dicho: Nunca me han llamado la atención.
Lo Cierto: Tengo un servidor dedicado para bajar fotos y videos de Internet automáticamente.

¿Entonces qué hacen estos videos porno en tu cuarto?
Lo Dicho: Seguro son de mi hermano.
Lo Cierto: Felizmente no me reconoció.

¿Con cuántas mujeres has estado en la cama?
Lo Dicho: Además de ti, sólo con una chica a la que quise muchísimo.
Lo Cierto: Perdí la cuenta a los 19 años.

¿Me amas?
Lo Dicho: Te amo.
Lo Cierto: Si te lo digo... ¿tiramos, no?



* Fragmento del Poema 15 de la Obra: 20 Poemas de Amor y Una Canción Desesperada del maestro Pablo Neruda.

Foto obtenida por cortesía de Andrea Paccini.

28 nov. 2005

La Primera Cena Familiar


¿Por qué tenemos que pasar por esa incomodidad que uno siente sobre todo cuando la familia no es muy amigable? Lo peor de todo es que aunque no quieras ir, te llevan a la fuerza.

Todo comienza con una simple invitación:

"Amorcito, mañana cenamos con mis padres."

Uno lo que piensa es:

"Por la conch... La cagada."

Es que esto implica no sólo ir a cenar, sino también conversar con sus padres, y aguantar los comentarios de los hermanitos.

Una vez que llegas, el pseudosuegro te ofrece un trago, y al fondo escuchas la voz angelical de tu pseudosuegra diciendo:

"Hijito, ¿vas a tomar alcohol y luego manejar?"

Primera Encrucijada: De entrada nomás, ya te fregaron. Si aceptas el trago, eres un irresponsable, y si no aceptas el trago que te está ofreciendo tu suegro con el brazo estirado y cara seria, automáticamente te convertirás en un apestado por despreciar su hospitalidad, y con el suegro no se juega. Aceptas el trago y prefieres quedar como el irresponsable. ¿Total? El suegro es igualito.

Luego de un momento, la suegra dice:

"Pasemos a cenar."

Una pregunta importante surge en tu mente:

"Y ahora... ¿dónde me siento?"

¿Al lado de la madre? ¿Al lado del padre? En todas mis relaciones me he sentado al lado del padre. De repente comienza el interrogatorio mientras todos te miran fijamente, y uno no puede ni llevarse el tenedor a la boca. Este incómodo momento comienza con la clásica pregunta:

"¿A qué te dedicas?"

Segunda Encrucijada: Uno responde naturalmente, y te das cuenta de que no importa que seas jardinero o físico nuclear. Algún miembro de la familia siempre te hará sentir que no eres lo que la niña de la casa merece.

Siguen las preguntas, pero cambia un poco el tema y ya no se centra tanto en ti, sino en ambos como pareja. Es cuando uno entra en la zona de fuego.

Tercera Encrucijada: En esta parte de la reunión debes hacer como en The Matrix. Ten mucho cuidado al contestar, porque a) te quemas con los suegros, o b) tu marinovia te va a matar. Pondré ejemplos para graficar la escena:

1. El otro día salieron a bailar, ¿no? ¿Y hasta que hora se quedaron?
2. ¿Con quiénes fueron? ¿Parejas de casados, amigos o enamorados?
3. ¿Fueron a comer antes o comieron después?
4. Etc.

Las Respuestas:

  1. Si eres franco con la hora, a) tu marinovia te patea YA QUE SUS PADRES NO PODÍAN ENTERARSE DE QUE SU RETOÑO LLEGABA A ESA HORA A LA CASA y después te grita, o b) si reduces la hora y los padres se dieron cuenta de a qué hora llegaron, quedas tachado por mentiroso.
  2. Si dices que salieron con parejas casadas, tus suegros pensarán que ustedes también están haciendo "cosas de casados" (léase tener relaciones), lo cual es cierto, pero no es bueno que los suegros estén con eso en la cabeza y por no estar casados, definitivamente eres una mala influencia para ella. Seguro la estás manipulando y eres un gran pendejo. Si dices que salieron con otras parejas de enamorados, pensarán que estás haciendo perder el tiempo a su hijita igual que el resto de cojuditos con los que salen. Si dices que salieron con otras parejas de amigos, pensarán que no tomas en serio a su hija, y eres un pobre diablo.
  3. Si dices que comieron antes, están llegando a la discoteca demasiado tarde y estás arriesgando a su hijita. Si dices que comieron luego de bailar, eres un desconsiderado porque la pobre se moría de hambre. Seguro encima ni siquiera le diste qué comer y en realidad te la llevaste a un hotel y estuvieron tirando luego de bailar.

Entiendan, JAMÁS vamos a ganar. Para los suegros siempre vamos a caer por algún lado. Ni casados nos salvaremos.

La fotografía fue obtenida por cortesía de Warner Brothers.

27 nov. 2005

Blue Balls



El siguiente post tiene más bien una orientación científica y de corte pedagógico que servirá para que ellas conozcan un poco sobre algo que ocurre a los marinovios cuando están en "viada" y son repentinamente cortados, un daño a la integridad muy relevante. El término "Blue Balls" lo escuché por primera vez de un amigo que padecía de esto frecuentemente con su marinovia.

Pero ¿qué significa estar con las "blue balls" o quedar con los "huevos azules"? ¿Es un equivalente a tener diablos azules pero en los huevos? ¿Es que se te prendan un par de pitufos en cada huevo cual garrapatas? Bueno, un poco de cada cosa.

Antes de tener sexo, los marinovios por lo general (y si son de este planeta) se calientan mutuamente y se preparan para el acto sexual. Si de pronto la marinovia decide detener la situación y no tener sexo bastándole la etapa de calentamiento, ello puede dejar al hombre con las bolas azules. Quedar con las bolas azules genera un dolor y una molestia particularmente jodida en los compañeros poniéndolos, en algunos casos, de un color azulejo. La incomodidad y el fastidio hacen presa a la zona pélvica lo que produce una sensación de joda e insatisfacción producto de los cambios en el flujo sanguíneo. ¡¡¡Miren lo que pueden causar muchachas!!! (Para más detalles ver la siguiente
nota.)

Son un poco las secuelas físicas de lo que se comentaba en posts anteriores cuando aparecen frases del tipo de

"No mi amor, se me quitaron las ganas".

Es cierto que nadie puede obligar a nadie a tener sexo pero, muchachas, tomen en cuenta esta situación de daño físico que pueden generar en sus marinovios cuando de pronto deciden parar el tren. No conozco de un efecto similar en ellas que dicen ser las maestras del control sexual. Sería bueno en todo caso algún pronunciamiento en La Marinovia a fin de ilustrar a los marinovios un poco más sobre estos temas sexuales que a veces son causa de largas batallas y discusiones.

26 nov. 2005

El Mutismo: Una Sabia Solución


Refutando el supuesto "Síndrome Mutis del Marinovio" expuesto en "La Marinovia", expondré algunas razones que justifican el mutismo como sabia solución ante los problemas marinoviescos:
Caso I) Sabes que vas a llegar tarde a la casa de la marinovia: Sabemos que existen muchas razones en nuestras vidas que frecuentemente hacen que arribemos con cierto retraso a nuestras citas con nuestras marinovias. Los detalles: Te encontraste con un brother y se quedaron charlando un webo de tiempo, tenías que hacer unos pagos y el banco estaba aglomerado de gente precisamente ese día, fuiste a jugar una pichanga con tus patas del barrio y se alargó el partido, te tomaste la siesta y te quedaste dormido, etc. Si la marinovia y tú llevan poco tiempo juntos, lo primero que pensarás es:

"Voy a llamarla para avisarle que llegaré 15 minutos tarde"

e ingenuamente le cuentas lo que ocurrió.
Reacciones: La marinovia podría decirte cosas como:

"¡Eres un mentiroso! ¿Crees que soy estúpida? Seguro te quedaste tomando con tus amigos, parece que no te importo. ¡Si quieres hacer tus cosas mejor no vengas!" etc.

Bonus: A todas las afirmaciones ya descritas, en adición a que te gastan el saldo de tu celular oyendo todos sus insultos, suelen terminar colgándote la llamada.
Sabia Solución: Evita llamar para avisarle y si te intenta llamar al celular no le contestes, pues de hacerlo, reaccionará como se explicó arriba y encima como ha gastado su saldo te echará en cara que le haces perder dinero. Resumiendo: mutismo.
Caso II) Llegas tarde a la casa de tu marinovia: Lo sensato sería llegar y explicarle los motivos de tu retraso de inmediato, pero la marinovia para ese entonces no será sensata, pues recuerda que has llegado tarde y eso les revienta. No suelen pensar igual si nosotros somos los que esperamos que se arreglen, vistan, peinen, etc. (Ver post "Los Matris").
Reacciones: Si ya cometiste el error de contestarle el celular o haberle llamado minutos antes, lo primero que hará es decir:

"Hola, ¿cómo estás?" (obviamente con una cara que ni que te cuento).

En seguida, vuelves a recordarle los motivos de tu retraso. Ella te escuchará, aunque aparente no hacerlo. Terminada tu exposición (seguro que hasta detalles le brindas) seguro responderá lo siguiente:

"Si tantas cosas tenías que hacer, mejor te quedabas en casa". "Pero tú hace un rato me dijiste otra cosa" (con eso te demuestran que sí escucharon tu explicación). "Cuando me llamaste, seguro estabas en el cine, en un bar con tus amigos, en un restaurant con otra, o en la calle y no en tu casa".

Posteriormente se quedará muda horas y horas. Probablemente empiece a llorar (verlas llorar sí nos hace sentir lo peor de este mundo). Transcurrido este lapso, te dirá:

"Me tengo que ir a domir, estoy cansada".

Sabia Solución: Llegar a casa y saludarla con toda naturalidad minimizando el problema (reconociendo que existe), analizar su reacción y si empieza a interrogarte sobre el porqué de tu tardanza, apela al silencio o a las palabras más cortas (los detalles no sirven como ya comenté antes). Empieza a charlarle de otros temas para desviar la atención, y encuentra el momento preciso para contarle lo ocurrido no como explicación, sino partiendo del error involuntario que originó tu tardanza (qué es lo que ocurrió) y dile que la amas. Si a pesar de ello, persiste en fustigarte tu error, vuelve aplicar el mutismo ya explicado porque lo que menos ayuda es buscar la confrontación.
Caso III) Te has marchado de la casa de tu marinovia peleando por tu tardanza: Este escenario se produce al no funcionar lo recomendado en el caso II.
Reacciones:
La marinovia no entendió razones y te largó (seguro ya te dijo que estaba cansada y se fue a dormir, aunque la verdad se fue a maldecirte jeje).
La marinovia apagará su celular o de lo contrario no contestará tus llamadas.
La marinovia te bloqueará de su MSN Messenger.
Sabia Solución: En vista de las posible reacciones, será en vano intentar llamarla, enviarle un e-mail, buscarla en el Messenger, mensaje de texto, etc. La mejor salida es evitar comunicarte con ella por un lapso de tiempo hasta que se calme. Luego del mismo, llámala, pero no para pedirle perdón, sino charlar de otros temas porque de lo contrario sería rebobinarle la cinta y las broncas volverán. Resumen, guardar mutismo.
Señoritas marinovias, entiendan que el mutismo es una sabia solución porque:
  1. Evita entrar en discusiones.
  2. Acepta tácitamente nuestras culpas (nunca negadas pero ocurridas por circunstancias no previstas por nosotros).
  3. Demuestra que las amamos y por ello evitamos cualquier situación que lleve a la ruptura de la relación.
Opinión particular de ElRicky, escrita para ElMarinovio.
La imagen fue tomada de Magos
El Ricky es auspiciado por Perucampeón.net

25 nov. 2005

Tu Prima, La Novia, Fue Mi Amante


Ya unos meses atrás, acompañé a mi marinovia a una boda. Como en toda boda a la que eres invitado por ser el marinovio, no conocía a nadie, y no me quedó otra que hablar con la familia.

Estábamos sentados en una de las primeras filas de la iglesia, con un nervioso novio parado como un procesado por la ley esperando la sentencia, cuando de pronto sonó la marcha nupcial, que avisaba la entrada de la novia. Yo estaba con mi cuñado cagándome de risa (burlándonos del novio) cuando volteé y miré a la novia...

Por la puta madre, era mi trampa.

Ella no se percató de mi presencia, felizmente. La ceremonia pasaba y mi marinovia me comentaba de su prima, del cuerpo que tenia, y a mí casi se me escapa un

"¡LO SÉ!"

y no dejaba de recordar esas tardes, mañanas y noches que pasamos juntos. Algo muy complejo realmente. Yo pensaba cuando estaba superada la situación, hasta que la ceremonia terminó y llegó el momento de que la familia se aproxime a felicitarla. Obviamente yo le dije:

"Amorcito, no somos familia aún, dentro de poco lo seremos. Esta vez anda sola."

Se tomaron un par de fotos y luego su familia me llamó, para que apareciera en por lo menos una de las fotos, ya que querían enseñarle la foto a familiares que no tuvieron la oportunidad de llegar y que querían conocerme. La novia no se percató de mi presencia hasta un par de segundos antes que la foto fue tomada. El flash de la cámara hizo que ella se pusiera de todos los colores. Mi marinovia se acercó a ella, con una cara de asombro, y nos presentó. Cara de palo, como siempre, me acerqué y le dije:

"Gracias por invitarme, fulanita, te deseo... la mejor de las suertes."

Ella pudo volver a respirar cuando completé la frase, ya que si me quedaba con "el deseo" los paramédicos hubieran tenido que ser invitados a la fiesta.

Más tarde, en la recepción, la novia bailaba el huachafísimo y trillado Danubio Azul, pero no me quitaba la vista. Mi marinovia me decía que algún día estaríamos así... mientras yo recordaba momentos desenfrenados que viví con la niña esa. La familia salió a la pista de baile y por supuesto yo ya con media botella adentro saltaba y cambiaba de pareja entre risas y brindis. Mi marinovia se río cuando casi termino bailando con su padre, pero allí no quedo todo, ya que al verme frente a frente con mi suegro, puse cara de esto no va conmigo, di media vuelta y me encontré con la novia sin pareja frente a frente. Lógicamente, con la cantidad de trago que llevaba puesto, le di su apretón con los brazos y le dije:

"¿Me recuerdas, mamita? ¡¡¡Garrrrrffff!!!"

Ella me soltó. Tenía la cara como si hubiese visto un fantasma. Rápidamente me di la vuelta y bailé con mi marinovia el resto de la noche. Después, durante la cena, la novia se la pasó viendo de reojo a mi mesa y ruborizándose cada vez que lo hacía, mientras que mi marinovia comentaba que ella antes tenía un cuerpazo y que practicaba ballet. Felizmente el trago ya se estaba disipando lo suficiente, pues mientras tenía en mente sus zonas de pelo corto, a esto hubiera comentado:

"¿Ballet? Con razón era tan flexible."

24 nov. 2005

Las Más Tranquilitas Son Las Peores



Son. Es completa, total y absoluta- mente cierto. He estado con chicas que tenían tatuajes y piercings, que tenían otro marinovio, a las que le gustaban las drogas, etc., pero mis mejores relaciones siempre han sido con "las tranquilitas".

No puedo atribuirme la autoría de esta frase, sino a la longeva sabiduría popular, pero es importante tenerla siempre en cuenta:

Mi esposa, para tener un matrimonio feliz, saludable y duradero, debe ser una dama en la calle y una puta en la cama.

Si bien aún no me caso, ni lo haré en un bueeeeen tiempo, tengo que darle la razón a quien se dio cuenta de esto, pues con marinovias así he tenido excelentes y largas relaciones. Las chicas más tímidas, calladas, reservadas, cucufatas, religiosas, angelicales y dulces, para mí siempre han sido las mejores, no sólo en la cama, sino también fuera de ella. Podía llevarlas a cualquier evento social, y me sentía igual de cómodo.

Yo opino que las más tranquilitas no son las peores... son las mejores.

Todo parece indicar que entre "las tranquilitas" encontraré a mi futura esposa...


Foto obtenida por cortesía de Dolorem.

23 nov. 2005

¿¿¿Quién es la *!%#& Que Te Llama Por Teléfono???



Desde el momento en que comienzas una relación marinoviesca, todas las amigas que tienes, sin importar qué tan cariñosas, simpáticas, dulces, amigables, buena gente, inteligentes, feas, etc. sean, y sin importar que su enamorado sea tu mejor amigo, para tu marinovia y sus amigas todas se convierten automáticamente en unas:


Zorras
Resbalosas
Rucas
Perras
Trepadoras
Regalonas
Mandadas
Lanzas
Putas
Aguantadas
Recorridas
Oportunistas
Come-hombres


Y ni qué hablar de tus ex-marinovias. En resumen, las únicas mujeres que podrás frecuentar son tu mamá y tu hermana. Y eso, siempre y cuando le caigan bien a tu marinovia y no hayas quedado antes en salir con ella.

Nosotros guardamos distancia con los mejores amigos de nuestras marinovias cuando notamos intenciones encubiertas (ver post Su Mejor Amigo, Tu Peor Enemigo), pero

ellas arremeten con todo sin mayor razón
que el simple hecho de ser tu amiga.

Recién comienzas con tu marinovia. Suena tu celular. Es una amiga tuya de la universidad. Tú, cándido aún y sin adiestramiento táctico previo, le contestas tan cariñosamente como se merece. Te ríes, coordinas todo para hacer un trabajo en grupo que tienen que entregar la próxima semana, le mandas saludos a todos, y cuelgas. Cuando volteas a ver a tu marinovia para contarle qué tan interesante te parece el tema del trabajo que van a hacer, te das con LA cara de cemento. Ahí viene la frase:

"¿¿¿Quién es la *!%#& que te está llamando al celular???"

"Seguro quiere contigo, y ahora me vas a sacar la vuelta. Sí, sí. Trabajo de la universidad, ¡¡¡seguuuuuuro!!!

¿¿Tú crees que soy idiota??"

El idiota eres tú por meterte con una tarada como esa, y más idiota aún si te dejas pisar así. Yo he aprendido (algo tarde, lamentablemente) que cada vez que las mujeres traten de presionar de mala manera sobre uno de esos temas que tanto joden, es decir, no conversando civilizadamente, nosotros tenemos que molestarnos, pero apenas nos den el primer indicio de que tratan de imponernos algo. Si ella grita, llora, hace pataleta, etc., tú debes intentar conversar sobre el tema primero, y si sigue haciendo escándalo, debes volverte necio y plantarte en tus cuatro. No cedas. Así, si te llaman por teléfono, podrás contestar tranquilamente cada vez que te plazca.

No revelaré los trucos que usamos los hombres para evitar que nuestras marinovias se enteren de con quién hablamos y a qué hora lo hacemos, pero creer que no hablamos con nadie más que con nuestras marinovias sería demasiado obtuso de su parte.

Y después dicen que los hombres somos los territoriales.

Foto obtenida por cortesía de Wikipedia.

22 nov. 2005

¿Por Qué Insistes? ¿No Ves Que No Me Da La Gana?


Este post nace gracias a las marinovias, y se lo dedico a ellas. Bienvenidas!!!

La verdad es que algunas veces nos provocan las cosas, y otras veces no, pero la mujer aparentemente fue dotada de múltiples orgamos y negada de empatía. El hombre no tiene empatía algunas veces, cuando entra en contacto con su lado femenino claro está. Recordemos que existen dos cromosomas. Las mujeres sólo tienen de un tipo, y los hombres de dos. ¿No les encanta cuando a uno no le provoca ir a algún lugar, muchas de estas veces el lugar que está de moda, y ellas ponen esa dulce carita de corderillo degollado y te lo piden y piden hasta que te convence o cedes? En la mayoria de los casos, ¡con tal que no lo repita una vez más!

La verdad es la siguiente, si tomas la decisión de ir, vas y tratas de disfrutar el momento.

En fin, ya estas jodido y no te queda otra.

Cuando la follada es inminente, relájate y disfruta, pero como tenemos el bendito cromosoma X, aceptamos y la cagamos, ya que una vez dentro, no nos provoca poner la pinche cara de estoy contento, sino todo lo contrario: Ponemos cara de culo.

Vamos y las acompañamos porque dentro de todo, aunque algunas veces nos hinchen las pelotas, las queremos y deseamos complacerlas, aunque los gestos no nos ayuden mucho ya que somos bastante sinceros, o poco diplomáticos. Pero ¿qué pasa si le decimos a ellas que nos acompañen a un lugar donde no les provoca ir? La cagada, porque si va, definitivamente te joderá el día. Reprochará y reprochará, y luego te dicen:

¿Ya nos vamos?

Esto siempre sucede en la mejor parte.

La verdad de las cosas es que no somos tan diferentes, y para que las cosas funcionen, al menos en este ambiente de lucha constante, ambos deben aplicar lo siguiente: Sinceridad y compresión. Nadie debe sentirse obligado a hacer algo, y la otra persona debe ceder un poco para que los eventos o salidas sean gratas para ambos.

Recuerden: cromosoma X es la locura pura, cromosoma Y es la razón.
Por tenemos tantos problemas,
las mujeres son XX y los hombres XY

¡¡¡Nació La Marinovia!!!

A pedido de nuestras asiduas lectoras y comentaristas, ahora las mujeres también tienen un espacio para rajar a sus anchas de los hombres en:






Relatos reales sobre las malas artes del sexo masculino. Que quede registrada en este blog la gran sabiduría de las marinovias y que sirva de experiencia ajena a las mujeres del mundo.


Los esperamos...

21 nov. 2005

El Primer Pedo



De vuelta al ruedo con un post que sospecho generará polémica. Sin embargo las cosas son como son, así que no perdamos tiempo y hablemos claro.

Conversaba el fin de semana con un buen amigo que reflexionaba sobre los años que lleva junto a su marinovia y el nivel de confianza al que uno llega luego de una relación larga. Recordaba este amigo una anécdota que constituye, en su opinión, una de las primeras manifestaciones más evidentes del nivel que habían alcanzado en su relación marinovial.

En efecto, así como existe el primer beso, existe también el primer pedo y en opinión de este buen amigo, un hito importante en su relación marinovial

Era una noche calurosa de verano y ambos fueron invitados a un matrimonio. Tragos fueron y vinieron, una noche de copas, una noche loca que los hizo terminar entre sábanas en un clandestino hotel de la ciudad. Hasta ese momento todo encajaba dentro de lo convencional. Acá el relato se enciende y la historia se acalora aún más.

Eran ya las 7 a.m. cuando de pronto se percibe un extraño y tímido crujir entre las sábanas. Luego de ello una fragancia ovo-polvoresca empezó a inundar el ambiente y cual alarma despertó inmediatamente a la marinovia. De inmediato a lanzar quejas y las arengas sobre reglas de buenos modales y reglas de buen comportamiento. Realmente interesante porque el marinovio se guardó la mayor parte del contenido pero simplemente no pudo evitarlo, los Doritos y la canchita bañados en la preciosa cebada o el elixir de Baco no podían reproducir un olor menos fétido que aquel que se respiraba en la habitación 69. La discusión se empezó a ir por la tangente, ya no se discutía sobre si el pedo debía ser expelido o no del ano del marinovio y en qué oportunidad, sino que las quejas de la marinovia incluso versaban sobre lo que debió o no comer el marinovio. ¡¡Verdaderamente exótico el debate!!

La escena se repitió algunas veces más. Sin embargo la timidez había sido largamente superada por el marinovio. Luego de comerse un buen ceviche no habían reparos en lanzar el poderoso eructo con olor a ajos y cebollas, ni tampoco el respectivo pedo antes de ver una película en la comodidad del hogar. Es más, ambos jugaban a adivinar qué comió el otro, es decir, a determinar con exactitud los contenidos del menú anterior. En buena cuenta, lo que en algún momento fue considerado una falta de respeto ahora era una muestra de confianza y hasta generaba un espacio lúdico entre los dos marinovios. ¡¡Un verdadero festival de fuegos orgánicos (reemplazando el término artificiales)!!
Los siguientes pedos ya eran sonoros, consistentes y con sorpresas. Ella, como toda mujer, decidió también aflojar el asterisco y lanzar algunos cuantos buenos petardos a fin de igualar los hits del varón y dar en el bull. Aires sólo comparables al sonido del león de la MGM antes de arrancar una película.

La moraleja de esta historia es que el nivel de confianza que se puede materializar en el primer pedo es un momento que, más allá de la repulsión que pueda causar en los lectores de este post, refleja un hito importante en la pareja. Así mi buen amigo cerró el relato con esta frase:

¿Qué rico es poder tirarte pedos con toda libertad delante de tu marinovia, no lo crees? Después de tanto tiempo juntos, ¡¡todo lo demás son huevadas!!

20 nov. 2005

Pánico En La Base 3



Es común llegar a un punto en las relaciones marinoviescas donde llega el momento de decidir si el asunto va o no en serio. Existe un particular temor por parte de ellas en llegar a la famosa base 3 sin tener la seguridad que ofrece un matrimonio sólido con miras a formar una familia y demás. No pretendo introducir sesgos machistas en el post, es cierto que los hombres sentimos un temor parecido... pero en una base superior, jejeje, no necesariamente en la tercera.

Llega el momento en que aparecen preguntas como:

"¿Has pensado en serio en esto?"

o paseando por la ciudad:

"¿Qué bonito sería vivir en una casa ASÍ?".

No hay nada peor que sentir esa presión de enfrentar el famoso MATRIX cuando uno en realidad ni siquiera lo tenía pensado. Las pelotas se nos congelan y se nos atraviesan por el cerebro mil y un escenas fugaces de despedida.
Tiempos de meditación profunda y noches de insomnio.
La primera escena de despedida: la de solteros, y en un contexto de desenfreno total. Lo primero: a organizar la mejor despedida de solteros que alguien se pueda imaginar. Y para esto, conseguimos a los Pedro Navaja del grupo del cole, los que se conocen lo BUENO, BONITO y BARATO. Pero inmediatamente pensamos qué será al día siguiente... todo vuelve a fojas cero y despertamos del sueño.

Volvemos a la duda... ahora queda chico el reventón de tus hemorroides contra el asfalto (ver post "El Informe Del Tiempo"), o los viajes a la Vía Láctea en el episodio de lo huevos calientes y fríos (ver post "Calentando Huevos Antes De Pisarlos ¡¡O Freírlos!!") que comentaba en posts anteriores... ahora la cosa va en serio y hay mucho qué pensar.

¿En qué piensan ustedes?

¿La hacen?

19 nov. 2005

Amorcito, Hoy No Tengo Ganas


Cuando recién empezamos una relación, los hombres estamos encima de la marinovia tooooodo el tiempo: Jode y jode por sexo. En cualquier sitio y a cualquier hora. Podemos cruzar la ciudad entera gateando con tal de llegar a donde estén nuestras marinovias para poder compartir un momento íntimo con ellas.

Primero comenzamos con la ilusión de "hacerlo". Empiezan las salidas encubiertas, y si tienes carro, las etapas se aceleran. La vergüenza inicial de entrar a un hotel juntos es casi equiparable a la sensación de nerviosismo del primer beso.

Luego los años van pasando,

al Kamasutra ya le vas dando la vuelta dos veces,

ya probaron tooooodas las marcas, modelos, colores, olores y sabores de condones del mercado, ella ya está tomando la píldora, usa parches, tiene un DIU, se pone inyecciones y encima se toma la "píldora del día siguiente" por presión tuya. Ahora realmente tienen "sexo seguro". El problema es que lo otro de lo que estás seguro es de que ya no te provoca tanto seguir teniendo relaciones con ella.

Si bien la frase "me duele la cabeza" fue inventada por mujeres,
ahora también la usamos los hombres.

Cuando la marinovia se da cuenta de esta situación, recién habiendo llegado a la cama, comienzan las preguntas incómodas:

¿Todavía te gusto?
Dices: ¡Claro!
Piensas: Esteeeeeee... ya no tanto.

¿Qué quieres que me ponga?
Dices: Lo que tú quieras, mi amor.
Piensas: Tu pijama, para que te vayas a dormir.

Si ya estás embarcado, sigues nomás. No hay nada qué hacer. Para la próxima, te inventas cualquier excusa para no quedarte solo en una habitación con ella.
No es que nunca más quieras tener relaciones con tu marinovia, es que no te provoca tenerlas tan seguido como antes. Al comienzo uno quería todos los días. Luego tres veces por semana. Luego dos, y llegas a la dosis de una vez por semana como en la mayoría de matrimonios. Cuando pasas esa barrera, definitivamente hay problemas, y es en esta etapa cuando uno empieza a mirar más al costado.

Para "reavivar" la relación, las mujeres empiezan a ponerse lencería cada vez más provocativa, empiezan a hacer acrobacias, aparecen los disfraces, ofrecen lo que antes resultaba hasta insultante proponer, desarrollan un lenguaje "sucio", comienza la filmación de videos, etc.

Evidentemente creo que esto no le va a pasar al menos por unos muy buenos años a la chica de la foto en lencería, pero... ¿Qué vamos a hacer?

Photo courtesy by Surprise.

18 nov. 2005

El Cumpleaños De La Amiga


Agradeciendo la invitación de El Cuerdo, comienzo charlándoles de una experiencia personal (cualquier similitud con la realidad, NO es coincidencia, es la verdad).

Llegado el fin de semana, llamas a tu mnovia planteándole qué hacer ese viernes o sábado por la noche, pues luego de una semana de harto laburo lo único que piensas es relajarte un rato y pasarla bien con ella. Ella alegremente te responde:

"Mañana tenemos que ir al cumple de Claudia"

(precisamente la amiga que menos aguantas, de esas que tienen por cualidad resaltarle a tu mnovia lo peor de tu persona)".

Luego de oír sus palabras, repentinamente empiezas a sudar frio, y tú que creías que luego de una semana de m$%%& llegaba un tranquilo weekend... notas que poco a poco te acercas al calvario porque de más está el considerar la opción de decirle: "Mejor nos vamos a otro lado" porque ellas con tal de darnos la contra... se quedarán con la idea de asistir.
Llega el día, la recoges y van juntos a casa de "Claudita". Llegan, y la muy hipócrita les dice:

"Que lindo que hayan venido, ustedes son una pareja linda y saben que los quiero mucho".

Tú te preguntas:

"What???"

La muy urraca sabe fingir después de hacerme leña cada vez que tiene la ocasión de conversar con mi mnovia. Pero lo peor aún no llega,

"Claudita" amablemente les va presentando a las más provocativas chicas de la fiesta,

aquellas que hacen que nuestros ojos giren 180 grados. Esta sí es una prueba de resistencia que has de evitar porque, de lo contrario, habrás caído en la trampa y ella habrá logrado demostrarle a tu mnovia lo infiel que eres (vulgarmente, lo perro, basura y desgraciado que eres). Luego de un rato, ella le dice a tu mnovia acompáñame un ratito al baño, pero en vez de eso se la lleva para presentarle otros tíos y hasta hace que baile con ellos. Te has quedado más sólo que un naúfrago (no haces más que mirar como tu mnovia baila con otro) y en esa soledad, se te acerca una chica de la fiesta a hacerte compañía; gentilmente le sonríes, empiezas a charlarle algo y cuando te das cuenta... sí, eso que acabas de pensar jeje...

tu mnovia aparece a tu lado y empieza a decirte de todo.

Por supuesto que todos los calificativos te caen en orden alfabético:

¡¡¡Basura, coqueto, desgraciado, maldito, perro, sinverguenza!!!, etc. ¡¡¡Claudia tenía razón, yo no quería creerle. Te dejo un par de minutos solo (fueron casi 40 minutos) y ya te aprovechas...!!!

tratas de explicarle pero ya sabemos que es en vano. Luego "Claudita" manda llamar un taxi y tu mnovia se va molesta a casa; como sabrán luego del tremendo roche, no te queda otra que salirte del lugar y al final tu weekend resultó una porquería.
Moraleja:

"Trata de ser lo más hipócrita posible con todas las amigas de tu mnovia y llevate bien con ellas, acá la sinceridad no vale, o de lo contrario, sufrirás las consecuencias".

La foto llegó gracias a Wikipedia
El texto escrito, pensado y premeditado por ElRicky

17 nov. 2005

Llamé A "La Otra" Por El Nombre De Mi Marinovia



Dos marinovias atrás, hace ya varios años, tuve un encuentro furtivo con una chica muuuuuy, pero muy linda. Nos conocimos, congeniamos de una manera increíble, y decidimos salir juntos un día. Me moría por conocerla más. Ella estaba con marinovio y yo estaba con marinovia, pero igual decidí salir con ella. No es algo que me enorgullezca, pero ocurrió.


Luego de tomar un café, fuimos a caminar un rato. Seguimos conversando, riéndonos, y cada vez nos íbamos acercando más. Luego de caminar varias cuadras, encontramos un local bastante simpático, y entramos para tomar un par de tragos, que luego se volvieron como catorce. Como se imaginarán, llegó un momento en el que nos sentimos totalmente compenetrados. Luego de besarnos por algo de dos horas, ella comenzó a sentirse culpable y me dijo:

"Puuuuuucha, pero esto no está bieeeen. No deberíamos comenzar asíííííííí. Quiero estar contiiiiigo, pero bieeeeeen."

Lo entendí, porque yo también estaba pensando lo mismo, pero eso no quitó que me reventara que lo estuviera diciendo, y sobre todo en el momento en que lo estaba diciendo: Juuuuuusto cuando estaba a punto de pasar algo más. Mientras estaba tratando de hilvanar un par de ideas coherentes en medio del estado de ebriedad en el que me encontraba, pasó lo que generó el tema de este post: Le dije el nombre de mi marinovia, como si le estuviera hablando a ella.

"Pero... (nombre de mi marinovia), ¡no te pongas así!

Traté de maquillar el error, pero estaba demasiado borracho como para lograrlo con éxito. ESO fue realmente desconcertante. Ya se imaginarán el escándalo que me hizo la flaca, y terminé llevándola a su casa. Ni modo.


En mi defensa, tal como ocurrió en las situaciones descritas en el post Jodes, Luego Existes, hubo un común denominador:

Esa flaca también me estaba jodiendo en ese momento.


Photo courtesy by Drinkalizer.

16 nov. 2005

Dame La Clave De Tu E-Mail, ¿O Tienes Algo Qué Ocultar?


Sábado por la tarde, día tranquilo. Tu buen humor se va a ver exponenciado porque planeas escaparte "por ahí" para estar con tu marinovia. Ella baja, y está preciosa. Lo único que mejoraría tu día es sacarte la lotería. Sonríen, conversan... te sientes enamorado y feliz. De pronto, ella te da un furtivo beso en la oreja, y te susurra al oído:

"Amorcito, ya que tenemos tanto tiempo juntos y nos tenemos tanta confianza...
¿qué tal si te doy la clave de mi correo
electrónico y tú me das la tuya?
"

De pronto sientes que tus pelotas ahora hacen compañía a tus amígdalas. Ya te fregaste. Tú, como es lógico, NO quieres que ella lea tus mensajes, sea porque tienes correos confidenciales, o porque simplemente no te da la gana.

La respuesta ante este nuevo intento de invadir tu privacidad y de saber más que lo que le quieres decir depende exclusivamente de tus convicciones, tu nivel de sumisión y de tu manejo escénico. Ahora no sabes cómo salir de esta.

Escenario 1: "Mi clave es ..."

Se la diste. Eres un tarado. Ahora tienes que borrar todos los correos incriminatorios antes que ella se meta a tu cuenta, así que anda haciendo memoria de cuál es la cabina de Internet (cybercafé) más cercana para que vayas corriendo apenas la dejes en su casa.

Escenario 2: "Mi clave es (y le das una incorrecta)"

Mejor, bastante mejor, así por lo menos tienes tiempo para borrar tus correos con calma. Sigue sin estar bien porque al final igual le das la clave.

Escenario 3: "Ay, mi amor. ¿Cómo te voy a dar mi clave, pues?
¡Es algo
personal!"

Llanto, histeria, gritos, indignación fingida, y demás artes. Te dice:

"¡¡¡¿¿¿Acaso tienes algo qué ocultar???!!!"

Si eres débil ante la presión de tu marinovia, al darle tu clave se sale con la suya, porque si no se la das, según ese artilugio estarías reconociendo tácitamente que tienes algo qué ocultar.

Escenario 4: Sueltas una carcajada, como si al pedir tu clave te hubiera contado un buen chiste.

"-¿De qué te ríes? ¿¿Acaso he dicho algo gracioso??"

"-¿Qué? ¿¿¿Hablabas en serio???" No te paaaaases.

Ella comenzará a gritar, a cortarse las venas con una galleta de soda, etc., etc., etc. No importa, que lo haga. Es una actuación, y probablemente incluso ha ensayado su reacción frente al espejo antes de salir de su casa.

Tu reacción en ese momento es clave: Tienes que molestarte. Tienes que aparecer mucho más indignado aún que ella por pedirte eso, y NO DEBES CEDER. Si cedes, fuiste. Si no cedes, te garantizo que va a darte la razón y te va a pedir disculpas. Tal vez no inmediatamente, pero lo hará. En mi caso, esa fue mi reacción espontánea, y mi marinovia me pidió disculpas a los dos días aceptando que yo tenía razón. Todavía no puedo creer la cantidad de amigos que le han dado la clave de su correo a su marinovia o a chicas con las que estaban saliendo.

¿Acaso es tan ingenua como para creer que no vas a abrir otra cuenta de correo para hablar libremente sobre lo que quieras y con quien quieras?

Este es uno de los ejemplos más claros y actuales de manipulación femenina. Tengo el orgullo de decir que JAMÁS caí en esa trampa, y estoy convencido de que JAMÁS caeré.

Que nuestras marinovias no lean nuestro correo electrónico ni los mensajes de texto de nuestros celulares para mí no es una cuestión de querer ocultar cosas, es una cuestión de principios.

15 nov. 2005

Me Puse Linda Para Ti, ¡¡¡PERO NO ME TOQUES!!!

No es la primera vez que me pasa, y es más, aseguro que a todos nos pasa. Una fecha importante como aniversarios o tal vez cumpleaños, una simple reunión o un momento a solas. La marinovia pasó la tarde arreglándose, te llama y te dice:

Hoy cundo me veas me vas a querer comer...

Y si es que no están todo el día con la secadora, los peines, cepillos, ruleros, lacas, mousse, gel y demás cosas sólo para el pelo y las diferentes cosas como estuques que se ponen en la cara para arreglarse, se van a un salón y el marica hace la chamba.
Si de casualidad no le salen las cosas mal (ver post La Pinche Peluquería) y efectivamente salen y están riquísimas, cuando las ves te dicen:

"Mi amor, ¿has visto cómo estoy? Me puse linda para ti."

Tú no dudas en acercarte para besarla y decirle lo linda que está, esa sonrisita socorrona va cambiando a esa típica cara de mierda y sale un grito de la nada:

"¡¡Ni se te ocurra tocarme, me despeinas!!"

Por la grandísima... ¿Qué les pasa? ¿Acaso están locas? Se supone que están así para nosotros, o al menos eso es lo que nos dicen y que entendemos.

Sólo una orden de restricción de 5 metros

Entiendan, mujeres. Esto es la verdad: Un plato de comida en casa demora más de una hora en ser preparado, y es comido en menos de 15 minutos. Ustedes son iguales, sólo que nos demoramos al menos el doble en comérnoslas. Agradezcan, ya que si no las quisiéramos hacer sentir rico, nos bastarían sólo 10 minutos o menos, el resto del tiempo es por ustedes.

14 nov. 2005

Amor, Anda Tú Sola...


Para las mujeres el concepto de "Libertad" es muy claro, ellas la pueden tener y nosotros no. Estoy seguro de que esta situación se le ha presentado a todos y cada uno de los hombres del mundo, desde mi querido Perú hasta el último paraje de Kamtchatka.
Llega un punto en toda relación en que las personas se cansan de la monotonía y empiezan a "buscar su espacio". Con ese bendito tema del espacio las mujeres nos salen con eso de:

"quiero salir sola con mis amigas".

Digamos que uno es comprensivo y entonces le dice:

Anda nomás amor. Total, si es lo que quieres... yo confío en ti.

Por supuesto ese día se va a la discoteca de moda y se viste como nunca se vestirá para ti. Es decir

sale hecha una bestia de rica.

Obviamente te llega al miembro, pero como ya le dijiste que confías en ella te tienes que tragar la puteada que le quieres meter y aguantarte nomás.
Te la hace un par de veces, sin que eso influya en tu relación; es más, tú crees que hasta favorece a que ésta mejore. Pasan un par de meses, todo es felicidad y un día tú recibes la llamada de un viejo amigo que te dice: "Nos estamos juntando solo hombres este sábado, puedes venir?" a lo que contestas

"Sí." ¿Por qué tendrías que negarte a ir?

Vas esa noche a la casa de tu enamorada y le dices... en ese preciso instante estalla una bomba nuclear. Ella es poseida por el alma de Katherine Hepburn y se lanza una actuación digna de un Oscar, putea como loca y dentro de los gritos inclusive se da el gusto de hacer un par de falsetes a lo Maria Callas. Se deja caer sobre el sofá, se le llenan los ojos de lágrimas (¿¿xq esa facilidad para llorar?? Ver post: "Si Ellas Lloran, Es Nuestra Culpa") y te empieza a acusar de cosas que no has hecho nunca.

"Te quieres ir a ruquear."

"Seguro te vas a agarrar a una perra."

"¿Dónde van a ir? ¡Seguro a uno de esos sitios llenos de putas!"

"¿Por qué YO no puedo ir...? ¡¡¿¿Acaso te avergüenzo??!!"

Empieza la avalancha de acusaciones mientras un arranca una catársis de aquellas. Es tal el poder de los decibeles que emite una garganta femenina que uno termina cediendo con tal que se detenga.
A la mañana siguiente uno llama al amigo al que tanto quería ver (¡¡han pasado como dos años!!) y le da una excusa de lo más estúpida, sabiendo que él no la cree y que va a ser comentada en aquella reunión a la que tanto querías ir. Te sientes un imbécil, la odías, te odias y piensas en que ella siempre se saldrá con la suya. En ese preciso instante aprendes que

la libertad es algo que ellas pueden tener y nosotros no.


Photo courtesy by Esparta.

13 nov. 2005

El Informe Del Tiempo



Me reporto después de algunas semanas para comentarles un tema de suma relevancia. La noción del tiempo que manejan las féminas que habitan en el planeta Tierra. Es muy fácil y sencillo: el reloj lo programan ellas. Pongamos un ejemplo muy simple:

Semana de mierda. El lunes tu jefe es el causante de una prolongada hinchazón de tus esféricos por exceso de trabajo. Martes, una comida familiar te separa el día entero. Miércoles, ni siquiera almorzaste, sigues zambullido entre informes y reportes urgentes. Jueves, ni qué decir, te llaman diciendo que tienes que irte a medio día a provincias a despachar un tema urgente. Viernes, regresas cansado en la noche con únicas ganas de meterte al sobre y jatear bolas arriba con las ventanas abiertas. Se entiende que si tienes marinovia debes dedicarle, POR ENTERO, las 48 horas o 2,880 minutos del sábado y domingo, ¿cierto?

Y la noción del tiempo que ellas manejan parte de una premisa muy simple: está bien que trabajes, que tu jefe en la chamba te perfore el recto con su protesis de hule durante toda la semana, que te salgan várices en el huevo izquierdo por estar haciendo colas todo el día en la puerta de una entidad pública en busca de la eficiencia en el trabajo, que revienten tus hemorroides luego de caer de culo en el asfalto por tratar de tomar la primera combi que te llevaba oportunamente al lugar indicado y fallaste en el intento (finalmente debes trabajar y generar $$$$). Pero eso sí, todo el tiempo adicional que tengas es de MI PROPIEDAD.

Y OJO no es cualquier tiempo sino un concepto que denomino TIEMPO EFECTIVO. Con esto quiero decir que si el sábado fuiste a visitarla pero casualmente viendo películas te quedaste dormido, esa fracción de tiempo queda descontada del total. Si por ahí te provocó ir a cagar un rato al baño entonces ese tiempo también es restado del total. Por TIEMPO EFECTIVO debe entenderse todo aquel tiempo dedicado a mirarles la cara como cojudos 24x7 y estar atentos a ver si se tiraron el primer pedo para olerlo y detectar los contenidos del menú anterior o si se les antojó algo (porque eso sí, también debemos ser chamanes, adivinos y hasta medio brujos). Y lo peor si tus patas te dijeron para ir al estadio o para ir a tomar algunas chelas BIENVENIDO A LA SEMANA REGALONA DE DESCUENTOS, VENGA Y APROVECHE LOS DESCUENTOS 2x1, ES DECIR QUE SI USTED DECIDE SALIR CON SUS PATAS AL ESTADIO EL DESCUENTO SALE POR PARTIDA DOBLE.

Un cuadrito matemático puede ayudar a aclarar el panorama:

FIN DE SEMANA TIEMPO
---------------------------------------------
Te quedaste dormido: 60 mins
Te provocó cagar un rato en paz: 20 mins
Te mantuviste en silencio mientras: 10 mins
veían una película.
Fuiste con tus patas al estadio Te demoraste 240 minutos
es decir, = 480 minutos (DOBLE DSCTO)
-----------------
TIEMPO DESPERDICIADO: 570 mins
TOTAL MINUTOS SABADO Y DOMINGO: 2880 mins

TOTAL TIEMPO EFECTIVO: 2310 mins

Interesante ¿verdad?, un manejo bastante antojadizo de la noción del tiempo. Una definición de tiempo real sumamente novedosa. Por que, claro, si te quedaste dormido un rato en su casa,

"a qué chucha viniste, mejor te hubieras quedado en tu casa".

Señores, llueve caca y no hay quien se salve del diluvio excremental si se atreve a intentar justificar aquello que aparece en el cuadro como TIEMPO DESPERDICIADO. De inmediato aparecerán frases como:

"No soy lo suficientemente importante para tí"

"Mejor terminemos porque no me
dedicas el tiempo suficiente",

etc. Lo peor: no hay nada que pueda mejorar tu posición porque, si la llamaste preguntando cómo estaba, esto no tiene valor alguno ya que es tan simple presionar un botón y hacer una llamada que no implica ningún tipo de sacrificio en particular, lo que, por ende, está mal. La tecnología se convierte en el elemento disonante, frío y promotor de la ley del mínimo esfuerzo y es descartada rápidamente.

Estimado marinovio: descanse en paz.

12 nov. 2005

Llamé A Mi Flaca Por Otro Nombre


Me ha pasado con todas mis enamoradas desde que tenía quince años. Le dije el nombre equivocado

a TODAS

por lo menos una vez. Creí que iba a seguir invicto con esta marinovia, y después de casi tres años de relación... anoche tenía que cagarla. Ella lloró... y esta vez sí fue mi culpa.

Por otro lado, no sé por qué tanto problema. Es taaaaan pero tan común que a todos nos pase, que debería ser admitido casi como una regla, como una experiencia por la que todas las parejas pasaron o pasarán en algún momento.

Si nos equivocamos de nombre con cualquier persona, ¿por qué no habría de pasarnos también con nuestras parejas?

No es por meter leña al fuego ni por ser tema de este post, pero, por más que nuestras parejas están completamente convencidas de que en algún momento les sacaremos la vuelta, siguen sin esperar que en algún momento les digamos el nombre equivocado.

¡¡¡Canalla!!!
¡¡¡Miserable!!!
¡¡¡Malnacido!!!
¡¡¡¿¿¿Cómo te atreves???!!!
¡¡¡Ándate tíratela pues, si tanto piensas en ella!!!

Mi respuesta fue:

Eeeeeem... ok.

No se preocupen, soy descarado, pero no taaaaan conchudo. No lo dije en serio, fue sólo para terminar de reventarle el hígado y para que se diera cuenta de que estaba no sólo reaccionando desproporcionalmente, sino que también estaba sobreactuando. Sí, SOBREACTUANDO. A las mujeres también les encanta la telenovela.

Uno no puede controlar siempre sus pensamientos ni sus lapsus linguae. Si no, no serían lapsus. Si mi marinovia me llamara por el nombre de otro, evidentemente me jodería, pero tampoco es para tanto. Tal vez piense así porque se la he hecho a mis marinovias tantas veces. Creo que sobre todo aprovecharía mi situación de ventaja al mejor estilo femenino y la convertiría prácticamente en mi esclava.

Para evitar confusiones siempre, y con todas mis marinovias, evito decir el nombre de mi pareja mientras tenemos relaciones.

Aparte de parecerme una cojudez, equivocarme de nombre en esa situación sería un verdadero problema.

Photo courtesy by smugmug.

11 nov. 2005

Ella Se Pasó De Tragos, Yo Soy Simplemente Un Borracho


Más de una vez me pasó, fuimos juntos una reunión y sí, debo admitirlo, me pasé de tragos, pero ¿qué pasa cuando ella lo hace? Claro que es menos seguido.

Yo soy un borracho y punto, pero ella se pasa de tragos.

Como si le pusieran una pistola en la cabeza y la obligaran.

A todos nos puede pasar. Estás sentado tomando unos tragos y cuando te levantas:

A la mierda ¿quién me mueve el piso?

Puede ser por el exceso de alcohol o también por una mala mezcla, pero igual, a sus ojos, eres un borracho sin remedio, y lo único que recibes son sermones o tal vez una buena reta, sin importar lo miserable que uno se sienta. Pero cuando ellas lo hacen...


Amor, me siento mal, muy mal. Engríeme y abrígame que tengo frío.

Tal vez una disculpa, perdón por arruinarte la reunión, y al menos yo, muevo la cabeza con señal de aceptación y hago lo que ella me pide. Si es agua, agua. Si es mi casaca, la casaca. Si es salir de la reunión y llevarla a casa, salgo con ella y la acompaño para que se duerma o hasta que se sienta mejor.

Pero las mujeres, está bien, también lo hacen, ¿pero de qué manera? Uno se quiere dormir para no escucharlas, y si lo haces te despiertan y te dicen,

¡¡¡No te duermas cuando te estoy hablando!!!



¡¡¡¿¿¿Acaso no te importa lo que te digo???!!!

Como si fuera poco, si te llevan a casa, te despiertan un poco más y a patadas, y hacen lo mismo para que cruces la puerta.

Me pregunto qué pasaría si hiciéramos lo mismo que ellas en esos casos. Seguro que se armaría una gran pelea, y encima con tragos... Dios, no quiero ni imaginar eso. Si son así te tercas y persistentes sin trago, ¿cómo serán discutiendo con tragos?

Al día siguiente uno las llama a preguntarles cómo se sienten, y toman a broma todo lo sufrido la noche anterior, pero cuando ellas llaman, para comenzar, es temprano, así que estás con la resaca y lo único que hacen es criticarte y hacerte sentir como un perro mientras que tu cabeza se parte en 10.

¿Es que no hay justicia en este mundo?

Photo courtesy by Jacobo Tarrío.

¿Celos, Yo?


En algún momento, creo yo, todos debemos haber pasado por una situación similar. Tú y tu marinovia están paseando, en la calle, en una fiesta, en una peluquería, en donde sea, y se acerca un pata. Saluda a tu marinovia. Y allí pueden pasar dos cosas:

(i) Te saluda: No hay problema, todo bien. Un tipo educado.
(ii) No te saluda: En ese caso, por protocolo, la marinovia debería presentártelo (“x”, “Emilio”. “Emilio”, “x” y un apretón de manos, todos felices y contentos). Digo debería porque en una innumerable cantidad de casos, no te lo va a presentar aún cuando se queden conversando por unos quince minutos o más.

(Evidentemente, si tú –el marinovio- cometieras tal descortesía, resultarías ser un puerco insensible, un maldito que le gusta hacer llorar a las mujeres, en fin... En el caso de ellas, por razones que aún no logro comprender, esa no sería la conclusión. Bueno, sigamos, que a fin de cuentas este no es el punto del presente post).

Sigue la conversación entre ella y el tipo en cuestión por rumbos que no puedes seguir. Y terminan diciéndose "debemos vernos otro día". Besos y besos. Luego, ya alejado el tipo, te dice:

“Ése era mi ex”.

Por otro lado, si una chica, que tu marinovia no conoce, se te acerca y te dice más de un par de palabras:

Te está coqueteando y tú eres un descarado por seguirle el juego.
Dios te libre de que sea tu ex o una chica con la que hayas tenido algo. No quisiera ni imaginarme si cometes la torpeza de decir:

¡Qué bien me cae esa chica!

Si se le metió esa idea en la cabeza, por más que sea una chica comprometida, con una relación de diez, quince o veinte años con su marinovio, que nunca ha sido infiel, que no fuma, que no baila pegado, ni toma una piña colada; ella te va a coquetear. No podrás hablar con ella sin que se desate un escándalo o, cuando menos, una regañada. No podrás verla a los ojos si se cruzan por la calle. Mucho menos podrás tratar de invitarla a tu cumpleaños. Y si te invita a su boda, sólo podrás ir si cumples con todos sus caprichos.

Pero, según ella, tú debes comprender… ¡jorobar!

Photo courtesy by mmmazzoni.

10 nov. 2005

Me Quiero Ir de Viaje Solo


Hace cierto tiempo ya, tuve una conver- sación con mi marinovia. Ésta empezó con una idea que, aunque terrible (para ella), quería discutir:

Irme de viaje solo.

Tenía la oportunidad de refugiarme en un lugar del extranjero para visitarlo, escribir algunas cuantas cosas y regresar aliviado del mundo que me rodeaba. Evidentemente, apenas terminé de pronunciar aquellas cuatro palabras, se desató el escándalo:

“¡¡¡Te quieres ir para estar con otras!!!”

La verdad, ni siquiera se me había ocurrido ello. Como resulta obvio, lo primero que pude hacer es decir el mismo floro que las mujeres utilizan:

“¿Por qué no confías en mí?”

Pero no lo hice. Decidí escuchar todo lo que tenía que decir al respecto. Es decir, escuché la misma razón una y otra vez durante, más o menos, unos cuarenta minutos (si es que no fueron más). Luego de ello, traté de explicarle mis razones.

Pésimo resultado.

A pesar de que le conté todo lo que tenía planeado hacer, que nunca había dado muestras, indicios o cualquier asomo de que podría ser infiel (lo cual incluso fue aceptado por ella), que debía confiar en mí y de muchas otras razones…

el escándalo siguió.

Simplemente, preferí en ese caso dejar el asunto por la paz y seguir con la vida. Después de todo, luego podría discutir el viaje y hasta ese momento era mejor preservar la paz.

Sin embargo, tiempo después, ella se me acerca y dice:

“Creo que me voy a ir de viaje durante un mes y medio con mis amigas, ¿no hay problema, no? Total, hay confianza.”

Ese día aprendí lo que es quedarse estupidizado por la incongruencia y conchudez de las mujeres.

Machu Picchu, Cusco, Perú
Photo courtesy by Wikipedia and PromPerú

9 nov. 2005

La Misma Ropa


No sé si este tema ya se tocó antes pero,

¿qué tienen las mujeres con la exclusividad?

El otro día salí con mi enamorada a una reunión, ella acababa de comprar un polito para esa noche y ¡oh sorpresa! había otra chica con el mismo polito. ¿¿Pueden creer que jodió tanto que tuve que llevarla a cambiarse la ropa?? Por supuesto llegamos 40000 horas tarde. Es más, la chica que tenía su polito ya se había ido. Si yo me encuentro con alguien que tiene mi misma ropa, me cago de risa y lo comento, pero ellas se quieren morir.

Por supuesto, al día siguiente me llevó a comprar y fueron horas de martirio (ver posts Ir De Compras y Ripley: Tienda Para Anoréxicas) recorriendo todo el mall viendo el despilfarro de plata (porque mientras mas cara, ¡menos posibilidades hay de que alguien más la tenga!).

Compañeros, les TIENE que haber pasado esto. A mí, personalmente, lo único que me importa es el relleno, vale decir, pueden haber mil chicas con la misma ropa de ella y para mí ella va a ser siempre la más linda y la más especial (como se supone que tiene que ser tu enamorada). Pero a ver pues, háganlas entender.

VEROLINDAPECHOCHA espero con ansias tu comentario.


Photo courtesy by Wikipedia.

8 nov. 2005

Mierda, Va A Ser Igualita A Su Vieja



¿Se han dado cuenta de que cuando la edad se acumula en la mujer saltan cosas de su madre? Son un conjunto de manías y actitudes, que cuando uno se fija o cuando simplemente las ves al lado de su madre en las típicas cenas familiares ven que cada día se asemejan más y más?

El pasado sábado me percaté de este detalle.Carajo, se parece bastante!", pensé al verlas conversar y reírse. Hasta tenían la misma pose cuando tomaban un Pluscafe. La misma forma de reír, la misma mirada cuando el padre decía algo que les molestaba y un sinfín de detallitos, no en el físico (al menos por ahora) pero sí en actitudes.

Uno en ese momento medita:

De puta madre si la suegra es una vieja
guapetona
y toda una dama.

Aunque cualquiera de las dos estaría bien, o guapa o dama, pero ¿y si no es así, y es toda una bruja...?

Ya te JODISTE, estás condenado.

Simplemente no vas a estar casado en el futuro con una mujer, más bien estarás casado con tu peor pesadilla. La verdad es que al principio cuando están jóvenes y firmes se les aguanta las cojudeces, pero la pregunta es...

¿Aguantaremos esas huevadas a una morsa?

La respuesta creo que es obvia:

Ni loco.

Así que te va un consejo: Si quieres ver cómo será tu marinovia en el futuro, mira a su madre y si te gusta lo que ves, entonces sigue el camino con toda tranquilidad hasta que el matrimonio sea una necesidad. Si no, piénsala mejor y evita un divorcio seguro.


Photo courtesy by iespana http://interesante.iespana.es/