“¿Y, amor… notas algo en mí? ¿No te has dado cuenta de que fui al salón?”Si no fuera por el olor a amoniaco de sus cabezas que un poquito más y nos tumba, uno ni cuenta se da.
“¿Qué tal quedé? ¿No estoy hermosa?”Por cortesía respondes:
“Claro mi amor. ¡Estás preciosa!”Pero sabemos que en realidad no notas cambio alguno.
Una vez cometí el gravísimo error de dejarla en la peluquería y recogerla a las dos horas. Al ver su cabeza, lo primero que salió por mi boca fue:
”Mi vida, si me hubieras llamado para decirme que la peluquería estaba cerrada, te recogía más temprano.”Dios mío, qué tonto fui. De ahí me cayó mi gomeada:
“¡¡¡Eres una mierda!!! Me gasté todo mi presupuesto de este mes y parte del del próximo para quedar linda, ¿¿¿y tú me vienes a decir eso???” (Sollozos)Sólo faltaba el diálogo de telenovela “debí hacerle caso a mi madre cuando me dijo que terminara contigo, que eras malo.” Lógicamente respondí:
”No mi amor, era broma. Estás hecha un cuerazo.”Y lo más divertido de todo es que se la creen. Al fin y al cabo, si la mujer va a la peluquería, debería enterarse de qué tal quedó midiendo cuánto le dura el peinado. Si le dura una semana, era una porquería, y si no le dura mucho por la revolcada que le metiste llegando a la casa o al hotel más cercano… buena la inversión.
3 comentarios:
Por lo menos tú no te das cuenta de cuándo tu chava se ha pintado el pelo, la mía se lo pinta color cucaracha igual que su mamá, y no puedo decirle nada.
Buena bitácora, cuates.
Oye chico, bien sencillo. Le dices en otro momento mirando una revista oye qué bonito es el pelo marrón oscuro no?, como el de la Zeta-Jones. Se le queda grabado y no te vuelve a venir con ese color.
Eso de las peluquerías es una gastadera increíble de plata para las mujeres. A mí me cortan el pelo una vez cada mes y medio por S/.10, pero las mujeres tienen que ir por lo menos una vez a la semana para que las cepillen, para el tinte, para la iluminación, etc. Creo que tengo que abrir una peluquería para cambiar de carro.
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